Tenía el arma en condiciones de realizar cualquier tipo de acción lamentable, pero no llegó a hacerlo porque lo detuvieron.

 

Fue el lunes 25 de septiembre del año vigente cuando la Policía Local de Lanús, otra vez, como siempre, realizando sus típicos operativos de prevención de ilícitos y faltas en general, una metodología que reduce la inseguridad y neutraliza la acción delictiva en todas sus formas, como ya ha sido probado sobradamente, fue en este contexto que se realizó la aprehensión y captura de un sujeto que se encontraba en posesión de una pistola tipo revolver, calibre 32 largo con una munición en el tambor, objeto ilícito y dañino que seguramente no tenía ninguna buena finalidad, por lo cual es un alivio que la Policía lo haya interceptado.

Este hombre fue abordado por el personal policial en la zona de Puente Alsina, tan emblemática para el partido de Lanús. Se lo abordó en un simple y rutinario procedimiento de identificación, de esos tan usuales que sirven para constatar que no anden deambulando por ahí personas con pedidos de captura o con vehículos robados o con armas de fuego, justamente como en el caso que aquí se relata, donde el sujeto detenido tenía nada menos que un revolver calibre 32, un arma muy peligrosa que usan los delincuentes para perpetrar muchas fechorías tales como robos, secuestros y asesinatos entre tantas otras muy lamentables. Cualquiera de esas finalidades, por las cuales este individuo se encontraba en posesión del arma, que encima de todo estaba cargada con una munición en el tambor, o sea, lista para dispararse cuando a este sujeto le viniera en gana según sus dudosos propósitos, fue oportunamente frustrada por el accionar eficiente de la Policía Local, que incautó el revolver y trasladó al maleante, porque no le cabe otra palabra a una persona que anda armada entre la gente de bien que trabaja para ganarse lo que tiene, a la seccional 3ra de Lanús, en cuya área jurisdiccional se encontraba la zona donde fue interceptado este peligroso personaje.

Naturalmente y como de costumbre, una vez en la comisaría se contactó al magistrado de intervención para realizar los trámites que corresponden. Y así se reestableció el orden y se evitó otra tragedia en Lanús.

 

Andaba armado pero la Policía Local se dio cuenta y lo detuvo.