Este caso se suma a tantos otros que delinean un problema general del municipio, pero que está siendo combatido por la Policía Local.

 

Otra vez una moto con numeración adulterada en Lanús Oeste. Lo hemos dicho una y otra y otra vez en este humilde sitio de noticias referidas a la seguridad de los vecinos, pero tenemos que seguir repitiéndolo porque no deja de ocurrir: detuvieron a un hombre, un joven podríamos decir, que andaba por Lanús en una motocicleta con numeración adulterada. ¿Esto qué quiere decir? Lo dijimos varias veces ya: quiere decir que la moto tiene procedencias dudosas, posiblemente, casi con seguridad, que se trata de una moto robada y que, seguramente, se le den utilidades igual de turbias, posiblemente robo. Ningún ciudadano de bien anda por la calle montado en un vehículo con documentación ilegítima. Es prácticamente el equivalente a andar por la calle con un documento falso. Pero no solo con un documento falso sino con un documento en cuya fotografía figura una persona vistosamente distinta de uno, porque así de alevoso y fácil de detectar es el tema de la numeración apócrifa. Es que los números no coinciden. Hay dos números en la moto, que tienen que ser iguales y no lo son. Lo puede ver cualquier persona sin formación, así que es de esperar que un policía formado, un profesional de la seguridad y la protección ciudadana estas cosas las vea con la misma facilidad con la que un león detecta a una cebra, para ilustrarlo de algún modo.

Bueno, efectivamente así fue, una vez más, el día jueves 12 de octubre, pasado un minuto de las 6AM, en la intersección de las calles Marcos Avellaneda y Tagle, en la zona conocida como Lanús Oeste. Ahí mismo estaba la Policía Local haciendo uno de sus típicos operativos de prevención de ilícitos y faltas en general, en su modalidad motochorros, es decir, especial para detectar a maleantes motorizados. En este patrullaje, en el área jurisdiccional de la seccional 9na de Lanús es que los agentes ven a este personaje, montado en una YAMAHA color negro, un color que le gusta mucho a los maleantes, exhibiendo una actitud muy sospechosa de esas que conoce bien el personal policial. Por esta razón interceptan a este motociclista dudoso y le piden su identificación, todo en presencia de un testigo como Dios manda. Así es que, tras comprobar que el muchacho de 24 años no tenga ningún pedido de captura ni objetos ilícitos como armas o drogas, que son tan comunes a los bandidos que deambulan por la zona, es que se procede a verificar que los datos de su motocicleta estén en orden. Ahí es cuando los agentes ven el motivo de su conducta sospechosa. Esa moto era más trucha que un billete de tres pesos. Por eso es que se lo llevó a este motociclista irresponsable junto con su vehículo ilegítimo a la comisaría.

 

Al que anda en moto con numeración trucha se lo llevan para la comisaría.