El hombre quiso esquivar el control policial pero fue muy evidente su intento y por eso mismo se lo detectó sin ninguna dificultad.
Esta vez se trató de un hombre de 28 años, lo que se suele decir “un joven adulto”, que tenía un pedido de captura activa y fue oportunamente detectado y aprehendido por el accionar eficiente y metódico de la Policía Local. Una vez más, esta captura se realizó dentro de este infalible método de supervisión y control que vienen demostrando ser los típicos operativos de prevención de ilícitos y faltas en general. El hombre detenido tenía un pedido de captura activa por un robo, expedido por el Departamento Judicial de Lomas de Zamora.
La cosa ocurrió el jueves 5 de mayo a la 1:40 AM, es decir, en plena madrugada, cuando la gente trabajadora y honesta ya se encuentra durmiendo plácidamente para poder arrancar la jornada laboral bien descansada. Naturalmente este individuo no pertenece al grupo de ciudadanos honestos en cuestión, sino al de los maleantes y revoltosos que tantos quehaceres dan a diario a nuestra Policía Local.
Andaban algunos efectivos patrullando en las inmediaciones de la seccional 4ta de Lanús, es decir en su ámbito jurisdiccional, cuando presenciaron al sujeto en cuestión, deambulando por las calles a pie. Ni bien se percata de la presencia policial el tipo, bien cola de paja, hace algo que lo delata completamente: se detiene en seco y vuelve sobre sus pasos. Cualquier policía con uno o dos operativos de prevención encima se da cuenta de que el tipo algo esconde y, en efecto, los agentes lo van a buscar y lo interceptan sin ningún problema. Someten al individuo al rutinario y para nada violento proceso de identificación y tras esto le hacen un cacheo superficial buscando si lo que el hombre escondía, porque estaba clarísimo que algo ocultaba, era un arma, droga o cualquier otro de esos objetos tan dañinos que por eso mismo están penados por la ley, pero resultaba que no tenía nada de eso. Lo que sí tenía era algo que no se lleva en la ropa sino en la identidad misma: un pedido de captura, sencillamente detectado por el personal policial mediante una simple verificación en el Centro de Monitoreo Municipal. Este pedido de captura, como se dijo, fue por un acto de robo, o sea que se había destapado la condición delictiva del susodicho y, por ende, se procedió a trasladarlo a la seccional 4ta para mantener comunicación con el señor magistrado de intervención, como siempre se hace en estos casos.
Le encontraron un pedido de captura activa y lo sentaron en el móvil para una visita a la seccional.